Skip to main content

Últimamente he estado leyendo bastante. Hay tanto que no sé. Cada vez que debo facilitar un taller, dirigir un grupo de estudio, o reunirme con alguien para hablar sobre puntos específicos de discriminación, más y más me doy cuenta de todo lo que aún queda por aprender.

Hace tiempo escuché la expresión “mientras más sé, más me doy cuenta de lo que no sé”. Esa vez pensé que era una frase interesante, pero a medida que pasan los años poco a poco la he ido haciendo mía. Siempre quize saber por qué las personas hicieron en el pasado lo que hicieron; qué les motivó hacerlo; de qué forma se puede hacer esto o lo otro, etc. Esa sensación de aprender y descubrir nuevas cosas es simplemente fascinante. Sin embargo me doy cuenta también que puede ser muy agobiante. Entender o simplemente darse cuenta de las motivaciones que llevaron a algunos a comportarse de cierta manera, a reaccionar de formas que afectan a otros, e incluso llegar a hacer leyes con el sólo propósito de privilegiar a algunos y discriminar a otros es algo que agobia el alma. El aprender es algo muy importante, puede ser fascinante pero a la vez puede ser muy doloroso.

El aprender es algo muy importante, puede ser fascinante pero a la vez puede ser muy doloroso.

Hace unas semanas tuvimos un retiro de trabajo. El facilitador escribió “el cuidado del alma”. “El Cuidado del Alma”. ¿Por qué es importante y clave cuidar el alma? Lo es para todos. Si no lo hacemos, nuestra alma se puede poner triste, desanimana e incluso indiferente. Cuidar nuestra alma no sólo es importante, sino que además es clave para el trabajo que hacemos. A veces me veo tan ocupada con mi trabajo, con mi familia, con muchas y diversas responsabilidades y preocupaciones que puede pasar un día, una semana e incluso un mes donde no he tomado el tiempo necesario para cuidar mi alma. ¿Cuántas veces ocupo más tiempo estudiando, investigando, trabajando y no dejo el tiempo necesario para cuidar mi alma? Últimamente han sido muchas.

Reflexionando sobre esto Mateo 12:34 vino a mi mente, “…porque de la abundancia del corazón habla la boca”. Cuando facilito, enseño, hablo con otros es mi mente la que habla. Las palabras que salen de mi boca deben ir acompañadas también con lo que está en mi corazón, en mi alma. Mi comportamiento, mis reacciones, mi vida completa necesita estar acompañada con lo que está en mi corazón, en mi alma.

Hace algunos años atrás solía dejar un día al mes donde lo usaba para un retiro personal donde salía y dedicaba mi tiempo a escuchar.

Hace algunos años atrás solía dejar un día al mes donde lo usaba para un retiro personal donde salía y dedicaba mi tiempo a escuchar. Normalmente lo hacía en el verano, que es mi época favorita del año. Hacía largas caminatas junto a mi fiel Kaiah. ¡Era algo increíblemente enriquecedor!

Me siento muy agradecida por lo que la facilitadora dijo durante nuestro retiro de trabajo. Fue refrescante tener ese recordatorio tan importante como lo es el “cuidado del alma”.

Comments

En muchas ocasiones hemos estado con mucha gente pero no hemos estado con nosotros/as mismos/as. Descuidando asi nuestra vida espiritual. Gracias al Dios altisimo que su gracia nos alcanza continuamente. Adelante en Cristo. Paz.

 

Let's Discuss

We love your comments! Thank you for helping us uphold the Community Guidelines to make this an encouraging and respectful community for everyone.

Login or Register to Comment

We want to hear from you.

Connect to The Network and add your own question, blog, resource, or job.

Add Your Post