Conociendo a Paula Tang

Hola, me llamo Pisudtiporn Tangsirisatian, pero resulta difícil de pronunciar, así que solo llámenme Paula. Soy Chai (china-tailandesa) nacida en Estados Unidos.

Dejé Chicago con sólo cinco meses de edad, y crecí en la cuidad de Bangkok, la capital de Tailandia en un ambiente mono cultural, dominado por el budismo, y luego me trasladé a Michigan para continuar mi educación en la Universidad de Calvin en Grand Rapids.

Estoy cursando una licenciatura en psicología con una especialización en liderazgo ministerial (con énfasis en ministerio juvenil) y estoy considerando un futuro en el ministerio penitenciario. A futuro, me veo trabajando con adolescentes o con jóvenes de edad universitaria marginados. Más o menos, mi sueño es trabajar en conjunto con las voces marginadas de tal manera que glorifique a Dios a través de mi objetivo de vida auto trascendente: quiero hacer por los demás lo que otros han hecho por mí confiando siempre en Dios, estando contenta y encontrando gozo incluso en medio de las dificultades, y formando relaciones duraderas e impactantes.

Actualmente estoy participando en un programa patrocinado por la Universidad de Calvin llamado Jubilee Fellows, diseñado para ayudar a los estudiantes en su camino hacia el discernimiento de su vocación en el ministerio. Como alguien interesada por ayudar a la gente marginada, me interesé en trabajar con Relaciones Raciales en su esfuerzo antirracista hacia la reconciliación racial. Creo que como hijos de Dios, todos tenemos la responsabilidad de restaurar la justicia en este mundo quebrantado en conjunto con y bajo el cuidado de nuestro Dios justo y misericordioso. Dicho simplemente, el entender cómo vivir y empoderar pacíficamente es una cortesía humana básica. Siendo que me crie en un país mono cultural, soy consciente de mi falta de experiencia y conocimiento como una minoría internacional ajena a las raíces históricas y culturales del racismo en América. Mediante mi pasantía en Relaciones Raciales, quiero aprender mejor cómo conversar y participar en esfuerzos activos contra el racismo y aplicarlo al contexto del ministerio, especialmente desde un papel congregacional en la iglesia.

Como la menor de tres hijas, crecí haciendo lo que hacían mis hermanas: leyendo y escuchando música. Mi amor por la lectura comenzó con la serie Warriors de Erin Hunter, y todavía me encanta acurrucarme con un buen libro al aire libre en un día cálido y con viento o adentro en un sofá durante una tormenta. Ciertamente, soy una lectora menos ávida que antes, ya que también me encanta cocinar, salir con amigos, dibujar, escribir cartas y, más recientemente, escuchar audiolibros.