Lamentaciones Y El Ejercicio De Las Mantas (US-Midwest Newsletter)

Hay tanta injusticia a nuestro derredor. Tiroteos en una escuela, familias separadas a causa de las deportaciones en masa, rapto de niños, un sistema de inmigración corrupto, gentifricación, rabia e ira. ¿POR QUÉ? Es lo que quizás te preguntes.

Creo que el libro de Lamentaciones puede darnos alguna claridad sobre esta pregunta. Jeremías utiliza un lenguaje muy vívido para describir la destrucción de Jerusalén, y expresar el dolor, y la pérdida. Jerusalén está destruída. “¡Ay, cuán desolada se encuentra la que fue ciudad populosa…amargas lágrimas derraman por las noches….El Señor se porta como enemigo….ha derribado su lugar de reunión”. ¿Por qué Dios envió tal destrucción a Su pueblo? El Señor necesitaba ser fiel a su carácter. Necesitaba juzgar la injusticia y el comportamiento pecaminoso. Él no toma el pecado a la ligera.

He estado conduciendo alrededor de los suburbios, las afueras de la ciudad y noté que hay muchas iglesias que están agrandando sus edificios. Algunas de ellas incluyen lagunas, grandes letreros, jardines hermosos, grandes espacios de estacionamiento. Cuando pregunto por qué están agrandando sus edificios, la respuesta que a menudo escucho es “para poder atender las necesidades de la congregación”. Añaden grandes guarderías, grandes cocinas, un salón para los jóvenes mucho más bonito, un gimnasio, etc. No hay nada de malo en desear agradar el edificio, pero ¿por qué desean agrandarlos? ¿por qué es tan importante tener una cocina más grande cuando existe tanta pobreza, sufrimiento, dolor, opresión y racismo alrededor nuestro y que necesita nuestra atención y nuestro dinero?

¿De qué forma su iglesia responde al dolor de las personas causado por sistemas injustos? ¿De qué forma la iglesia sufre a la par con aquellos que están sufriendo? Me llamó mucho la atención la primera vez que escuché la expresión “Navidad en Julio”. Desconocía que era una celebración navideña para aquellos menos privilegiados. Pero ¿qué pasa el resto del año?

Las personas en otros países tienden a pensar que las iglesias en Norteamérica son ricas. Para ellos es imposible pensar que hay gente pobre en los Estados Unidos. Sin embargo, ¡cuánto dista de la realidad! Hemos estado escuchando una sola voz solamente, una sola narrativa, y es la voz del privilegio blanco. Necesitamos escuchar las voces, las historias, las narrativas de todos aquellos que han sido reprimidos.

¿Por qué queremos ver sólo un lado de la moneda? ¿No tiene acaso la moneda dos lados?

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