Ver los pueblos indígenas a la imagen de Dios

A medida que Canadá se tambalea en respuesta a las noticias sobre las tumbas masivas sin marcar, lo más factible es que las cifras sigan aumentando. Muchos pueblos indígenas ya sabían que había cuerpos, pero no fue sino a través de la tecnología de radar y las circunstancias que llevaron al descubrimiento de Kamloops, es que esto ha salido a la superficie. Como le mencioné la semana pasada a un periodista, "El proceso de duelo para muchos de nosotros ha estado hirviendo bajo la superficie, pero esto lo ha sacado a la superficie, y cada persona responderá y tendrá su luto de diferentes maneras".

Uno de los principales factores que influyó en los líderes de Canadá, en el sistema de colegios con internados y francamente en los últimos 500 años de colonialismo, ha sido la inhabilidad de ver a los pueblos indígenas como creados a imagen de Dios. En los Estados Unidos esto ha sucedido con los afroestadounidenses y los nativos norteamericanos. En nuestro extremo norte ha sido el pueblo Inuit, y más al sur el que se extiende hasta el pueblo de México. En la costa de la Columbia Británica, es la comunidad Haida, y en el este ha sido el pueblo Mohawk. Y estos son solo algunos ejemplos de pueblos que han sido deshumanizados.

De norte a sur y de este a oeste, aquellos en el poder tanto en Canadá como en los Estados Unidos históricamente han fallado en ver a los demás a la imagen de Dios. Estos los veían como personas que necesitaban ser  en todos los sentidos como ellos. Estas actitudes no tienen nada que ver con el llamado de Dios a la salvación, la santificación y el discipulado. Era una mentalidad de dominación y control de las personas y los recursos naturales. La triste verdad es que a mis compañeros de los Pueblos Indígenas se les despojó de muchas cosas que van más allá del alcance de esta columna.

A la luz de estos nuevos descubrimientos, los pueblos indígenas, creyentes en Jesús o no, será muy difícil procesar este dolor. También será difícil para los que no son indígenas, sean o no creyentes en Jesús. Personalmente, he recibido una sincera preocupación de conocidos que no son indígenas. De hecho, mi iglesia local en Hope CRC en Stony Plain siempre ha sido muy receptiva al ministerio en que mi esposa y yo estamos comprometidos.

La respuesta que hemos recibido de esta congregación y su liderazgo es la forma en que Jesús respondería. En esencia, es la forma en que todos los creyentes debieran responder a esta noticia y al resto del caos histórico que la rodea. Cuando me retraigo, sé y reconozco que todas las personas tienen su propia historia de sufrimiento, y que debemos mejorar para contar nuestras historias y escuchar otras historias. Todo esto es parte de ser hechos a la imagen de Dios y reflejar esta imagen de Dios como portadores de imágenes.

Cuando nos enteramos de la cantidad de tumbas sin nombre en Saskatchewan, nuestros corazones deberían haberse derretido aún más. He escuchado a gente decir: "¿Cuándo lo superarán? Estoy cansado de oír hablar de las escuelas residenciales". Una vez, cuando estaba dando un taller sobre “Entendiendo mejor a los pueblos indígenas”, surgió la misma pregunta. Como grupo, llegamos a la conclusión de que la razón por la que las personas tienen esta actitud es que no se dan cuenta de la magnitud del trauma intergeneracional por el que hemos pasado como Pueblos Indígenas.

Muchas veces escuchamos sobre tragedias al otro lado de los océanos y mares en las noticias de las 6 de la tarde, pero debido a que está tan lejos, nuestras vidas continúan como de costumbre. Lo mencionamos mientras bebemos una taza de café en nuestro descanso, o en una conversación informal. Ahora se siente cerca de casa, sin embargo siempre ha estado cerca de casa. Esta noticia de Kamloops y luego de Saskatchewan simboliza la erupción de un volcán. La lava caliente siempre ha estado allí, pero estos hallazgos solo han provocado una erupción de lo que siempre ha estado allí, y que lentamente durante los últimos 500 años ha ido calentándose. Estas tumbas sin nombre se llenaron como resultado de diversas enfermedades, negligencia y abuso.

No puedo evitar pensar en las fosas comunes en la Alemania nazi o en el río Nilo, cuando todos los bebés varones se ahogaron en la época de Moisés. Ya sea el faraón de Egipto, Hitler y sus asesinos, o el sistema disfuncional de los internados escolares, todos los culpables no vieron a la otra persona a la imagen de Dios. Todos fracasaron porque estaban llenos de orgullo con respecto a su propia cultura y cosmovisión. Todos pensaron: "Soy superior, mi raza es dominante, Dios o algún dios me puso a cargo, y tú no mereces la dignidad y los derechos básicos de la humanidad".

Entonces, para que todos podamos superar esto, tenemos que acercarnos unos a otros con esto en mente. Incluso por aquellos que luchan por creer en Jesús y en la iglesia. Si pueden ver que todos fuimos hechos a la imagen del Creador y el Espíritu del Creador, entonces el proceso de sanidad, aunque aún difícil, será más llevadero. El duelo es un proceso que dura toda la vida, pero en alguna parte debe iniciarse. Sin embargo, mucha de mi gente está luchando por dónde empezar.

Habrá más noticias y más actualizaciones, y lo más probable es que pongan a prueba nuestra paciencia entre nosotros. Los pueblos indígenas y no indígenas reaccionarán y responderán de diferentes maneras. Como creyentes, dependerá de nosotros predicar con el ejemplo. Mantenerse tranquilos y pacientes mientras nos esforzamos por seguir viéndonos como hechos a imagen de Dios. Desde el comienzo de la creación después de que Adán y Eva pecaron en el Jardín del Edén, su hijo Caín, sin ver a su hermano Abel creado a la imagen de Dios, lo mató. Desde entonces, ha sido una lucha.

El no vernos como hechos a imagen de Dios es una lucha entre el mundo, la carne y el demonio tal como se ve en Efesios 2. Es un pecado, y en diferentes ocasiones he sido culpable de esto. Es algo con lo que todos luchamos en diferentes niveles. A medida que avanzamos con las noticias en curso relacionadas con estas masivas tumbas sin nombre, una forma de avanzar es: el vernos unos a otros como hechos a imagen de Dios. Esta imagen de Dios es lo que aporta belleza a toda la creación.