Rompiendo Barreras Edición 95 - Otoño 2012
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Por la celebración del 30avo aniversario de Asuntos de Discapacidad de la ICR, esta edición narra historias sobre cómo las iglesias e individuos en la ICR y en la IRA han sido transformadas por personas con discapacidad.
Por Chris Lanham, pastor de Cascade Fellowship ICR, Jackson, Michigan
El ministerio de necesidades especiales de Cascade Fellowship (CFCRC) comenzó a medida que la visión del Rev. Bob and Alice DeVries, quienes estaban pronto a jubilar, cuando cuatro de sus hijos adoptados tenían discapacidad. En el otoño del 2004, el sueño de Bob y Alice que tenían por años por fin se hizo realidad: un servicio de adoración designado para niños con discapacidad.
Utilizando visuales y buenos videos para relatar la historia del evangelio. Bob y Alice discipularon a los niños y a los jóvenes, pero las familias no querían reunirse en forma separada de sus hijos e hijas. Pronto muchas familias se reunían semanalmente en el subterráneo de CFCRC creando ruidos de gozo, enseñando la doctrina de la gracia, y creciendo en el entendimiento.
Este servicio dirigido sirvió a un grupo demográfico que no había sido alcanzado – familias que no confiaban en la iglesia debido a la forma en que se había comportado con sus niños. Una familia incluso dijo que el pastor de una iglesia le pidió que hiciera arreglos alternativos para el domingo. Traducción: los padres eran bienvenidos, pero no sus hijos. En contraste en CFCRC éste era su servicio. Se esperaba visuales, movimientos y participación. Incluso se permitía alzar las manos.
Más tarde, Bob y Alice comenzaron un grupo de apoyo: Criando hijos con desafíos. Las familias venían a nuestra iglesia una vez al mes para una comida de camaradería y a escuchar a profesionales conocidos. Nuestra pequeña iglesia estaba teniendo un gran impacto en la comunidad discapacitada de Jackson County.
Cuando a Bob se le diagnosticó un cáncer terminal, su presencia fue disminuyendo y Alice se preocupó más de cuidar a su esposo. En marzo del 2012 Bob falleció. El ministerio se mantiene, pero es solo la sombra de lo que fuera una vez.
Podemos permitir que los ministerios se borren, pero Dios nos ha presentado con un rebaño único. Tenemos que cuidarlos. Estamos planeando tener un solo servicio donde utilizaremos las mismas estrategias que Bob y Alice usaron: visuales, participación y animar un movimiento apropiado. Queremos comenzar nuevamente el grupo de apoyo. El trayecto no ha terminado y la visión no ha muerto. Está cambiando y evolucionando para parear los dones y habilidades de quienes ahora somos los que están a cargo.
Más que cuidado por una madre ICR de Canadá
Mi hija de 22 años hizo su profesión de fe en Junio en nuestra iglesia donde asistimos hace varios años. Ella tiene una discapacidad invisible, el síndrome de Asperger donde dentro de otras cosas le causa detestar que otros la toquen.
Debido a que también le cuesta mantenerse sentada quieta a menos que esté haciendo algo con sus manos, fue que ella tejió durante sus clases para su profesión. Nuestro ministro no le prohibió hacerlo. De hecho, notó que su atención era mucho mayor cuando tejía. Me dijo, “ella está tejiendo y ¡hace muy buenas preguntas!”
Aunque a menudo asociamos el tocarse en forma apropiada como expresiones de amor, no es el caso de mi hija. Amor para ella es el NO tocarla o esperar que ella toque a otros. Por eso nuestro pastor hizo la bendición por cada persona que hacía la profesión poniendo su mano sobre ella pero sin tocarla, como lo hace al final del servicio.
A mi hija se le dio la opción de retirarse después del servicio, pero ella prefirió quedarse parte del “después del servicio de felicitaciones”. Las personas respetaron su necesidad de no ser tocada. Nadie trató de saludar de mano, y nadie se quejó por ello. De hecho, la gente estaba agradablemente sorprendida que ella ¡se quedara como lo hizo!
Antes de que me hija hiciera profesión de fe, ella completó la encuesta “Descubriendo Sus Dones” y luego tuvo una entrevista con nuestro coordinador del ministerio. Uno de sus dones es el servicio. Después del culto, cuando tenemos el momento del café o té, ella recoge las tazas vacías y las lleva a la cocina para lavarlas. También se asegura que las tarjetas y sobres de diezmo estén en las bancas de la iglesia.
Cuando las personas se dieron cuenta que ella es diferente a los otros niños de su edad, decían, “pobre niña…” Aunque tomó un tiempo, la gente dejó de decirlo. Ahora, la mayoría de las veces, mi hija es amada y aceptada en nuestra congregación tal como ella es. Y por eso, estoy muy agradecida a Dios y a la gente de nuestra iglesia.
Por Gisela Borowsky, Iglesia Colonial (IRA) de Bayside, New York
Han transcurrido varios años desde que Janet y su hija Gracie llegaron a la iglesia Colonial (IRA) de Bayse, New York. Janet deseaba saber si Gracie, su hija con autismo y que no hablaba, podría participar en la Escuela Bíblica de Vacaciones, y la respuesta fue inmediatamente un sí.
A través de los años nuestra congregación se ha acostumbrado a las interrupciones y salidas de energía que Gracie tiene, pero Janet y Gracie han transformado nuestra iglesia de muchas maneras.
Gracie tiene ahora 14 años, y cada domingo me maravillo de su gozo y alegría cuando ella entra al santuario. Aun cuando no puede expresarse verbalmente, mirar su rostro que se ilumina cuando el grupo de alabanza ensaya, dice mucho. Gracia y Janet están conmigo todos los jueves durante el ensayo, y muchos domingos ella se para con nosotros en el centro de la adoración a medida que cantamos. Sus ojos nos miran con atención y una sonrisa radiante se refleja en su rostro.
Durante nuestro show anual de talentos que tuvimos hace poco, Janet y Gracie cantamos “Cristo me ama”. Aunque apenas se escuchaba la voz de Gracie, sus simples palabras me hicieron llorar. Las dos danzaron la música de una canción de los Beatles, y mientras Janet se movía en el escenario, Gracie miraba sonriendo mientras que en forma perfecta con dos varillas, llevaba el ritmo de la música.
“¿Quién diría que tenía ritmo?” dijo el líder del equipo de alabanza de la iglesia Colonial Brett Roelofs. “De pronto una idea vino a mi mente: ¡dado a que no tenemos un baterista, Gracie podría estar en la sección de ritmo! Ahora cuando ella se reúne con su madre en la alabanza, todos nos beneficiamos con su don único a medida que con gozo lleva el ritmo de las alabanzas al Señor”.
por Cassandra Lokker, Primera Iglesia Reformada, Baldwin, Wisconsin
Bautizada de niña y miembro confeso a los 15 años. Siempre he amado la Primera Iglesia Reformada. A menudo comparto música especial y canto en el coro durante la enseñanza secundaria, y luego desarrollé una pasión por componer y cantar alabanzas y música de adoración.
La familia de mi iglesia me apoyó todo el tiempo. Muchos sabían de mi discapacidad visual, y mis padres junto a otros creían que algún día serviría al Señor a través de la música.
Dejé la música por un tiempo cuando estaba estudiando en el college y sacando mi maestría en inglés y Escritura. Traté de escribir novelas y busqué empleo como reportera en un periódico o como editora en una revista, pero parecía que para la mayoría de las organizaciones era incómodo contratar a alguien con una discapacidad visual.
Con el tiempo continué estudios y saqué una carrera en liderazgo ministerial Después de terminar mi tesis sobre la música de adoración contemporánea dentro de la iglesia en el 2011, el pastor Tim Sluiter de la Primera Iglesia Reformada en Baldwin se acercó para ofrecerme un empleo de medio tiempo como directora de adoración y música. Acepté y en mi primer día de trabajo en la iglesia, fue el primer día de trabajo que había tenido en mi vida. Jamás había sido contratada, y cuando entré a mi oficina por primera vez, mis ojos se llenaron de lágrimas.
A pesar de mi discapacidad visual, la congregación me dio la bienvenida y me animaba, veían a la líder de música y no a musicóloga discapacitada. Esta congregación me cambió y ahora veo la inclusión en la fuerza de trabajo para las personas con discapacidad.
Animada a servir en la mejor forma posible, he guiado a la congregación en la alabanza y adoración e incluso compartido la Palabra a través de la predicación. Aunque hay veces en que mi discapacidad visual me obstaculiza, la iglesia me ayuda a servir sin barreras.
por Suzie Giroux, ICR Trinity, Abbotsford, British Columbia
Como interprete de lenguaje de señas, todos los días soy una facilitadora de comunicación. En la iglesia Trinity soy el medio de comunicación entre el pastor y los miembros sordos de la congregación, pero me tomó casi diez años darme cuenta que mi interpretación era también un medio entre yo y Dios. La interpretación que proveo tiene un impacto obvio en nuestros miembros sordos. Lo que no era obvio, era el impacto que la interpretación hizo en mí.
Hace veinte años, en mi primer trabajo de intérprete fue en una escuela de enseñanza secundaria. En ese tiempo no sabía que estaba siendo intérprete de un niño miembro de la iglesia Trinity. Más tarde, se me pidió y acepté la tarea de interpretar el servicio en Trinity. En ese tiempo me parecía que estaba interpretando algo que se dirigía a mi propia vida. Por diez años, no aceptaba las invitaciones a las sesiones de Alfa, o ¡trataba de retirarse antes para que nadie se me acercara!
Interpretar en la iglesia Trinity era simplemente un trabajo, y a menudo alejaba el pensamiento de aceptar a Jesús en mi cabeza y en mi corazón. Luego la tragedia llegó a mi vida cuando perdí una amiga de toda la vida, y no tenía donde ir. Mi círculo de amigos, donde algunos habían sufrido pérdidas y otros se sentían incómodos de acercase a mi durante mi duelo, parecieron desaparecer. Encontré consuelo, paz y a Jesús en los miembros de la iglesia Trinity.
Todo sucede en el tiempo de Dios y esto me llevó, con el corazón roto y perdida, a aceptar a Jesús en mi corazón un 19 de diciembre del 2010. Luego hice mi profesión pública de fe el 5 de junio del 2011. Desde entonces he participado en el Desarrollo del liderazgo de la ICR, viajado a Israel, me uní en un viaje misionero con los jóvenes de Trinity, y tomado clases para sacar un grado en liderazgo. Dios me ha traído donde estoy hoy día como líder de medio tiempo dentro de los jóvenes de Trinity. Continúo mis estudios y aun no entiendo bien el regalo que sin merecerlo he recibido. Los servicios que proveemos en la edificación de puentes y rompiendo barreras tiene un impacto obvio en aquellos que servimos, y ha tocado el corazón de esta sierva.
Por Beth Rinsema, directora de cuidado, Elmhurst CRC, Elmhurst, Illinois
“Podemos hacer más que esto”, dijo Kendra Aulich de 40 años, una fiel participante del coro de la iglesia y miembro de nuestro equipo de discapacidad. Kendra se estaba refiriendo a nuestro ministerio de discapacidad que por cuatro años ha provisto cuidado de niños durante los servicios para una familia que tiene un hijo con discapacidad. Kendra tiene el fuerte deseo de desarrollar un ministerio más activo. Ella vive con una parálisis parcial del lado izquierdo y ha aprendido a enfrentar los desafíos desde pequeña. A través de su experiencia, el ministerio de discapacidad adoptó un nuevo versículo, una nueva declaración de misión, y un nuevo nombre. La inspiración vino a través de Isaías 35:3-6, “¡Viviendo esperando; Siempre orando!”
Después de buscar consejo de la oficina de Asuntos de Discapacidad de la ICR, de la escuela cristiana Elim, de Jony y amigos, de otras iglesias locales y lo más importante de familias con niños con necesidades especiales, comenzamos a dar los primeros pasos.
Nuestro equipo escuchó las historias de muchas familias de nuestra iglesia que tienen hijos con discapacidad. Escuchamos sus dolorosos dilemas, los sueños perdidos, el inmenso amor, y la fe profunda. Luego, dando un paso de fe, estos padres comenzaron a compartir sus historias durante las clases de educación de adultos los domingos en las mañanas. Compartieron su conocimiento sobre la discapacidad, y compartieron sus corazones – cómo la iglesia les ha ayudado y también herido.
Después de escuchar a los padres, decidimos un acercamiento más programado. Lo que hicimos, siguiendo la sugerencia de los miembros de nuestro equipo que es una madre que tiene un hijo con necesidades especiales, fue buscar entender antes de buscar proveer. Nuestra primera meta es ganar la confianza de estas familias.
No sabemos hacia donde Dios llevará este ministerio, pero con las palabras de nuestro nuevo nombre, estamos viviendo expectantes y siempre orando. Esperamos que Dios nos bendiga. Esperamos aprender mucho. Esperamos que Dios añada personas a nuestro ministerio que tiene la pasión y la experiencia. Esperamos que nuestra congregación acoja a estas familias. Todo esto lo esperamos en oración.
por Mark Mast, co pastor de Odyssey, Poghkeepsie, Nueva York
Hace unos años atrás, una iglesia orientada a viajeros desde Nueva York a Poughkeepsie tuvo un cambio drástico y se convirtió en una iglesia con personas con discapacidad. Odyssey, “Un trayecto especial con gente extraordinaria”, comenzó sus servicios mensuales con cuatro amigos, llegando a ser una comunidad de 105 personas que en forma semanal se reúnen a adorar y que ha comenzado a pensar en cómo debería verse una iglesia en la comunidad, cómo debería actuar y cómo los ministerios donde la mayoría de sus miembros son adultos de alrededor 35 hogares. Estamos comprometidos a ser una comunidad CON personas con discapacidad.
Desde los inicios, la meta era crear un espacio de adoración donde pudiera suplir las necesidades de personas con discapacidad mental y de desarrollo. Las personas sin discapacidades eran nuestra meta secundaria. Somos una comunidad con personas con necesidades especiales – junto a otros que sus necesidades no son tan obvias – trabajamos juntos en liderar el servicio y los estudios bíblicos, proveyendo cuidado pastoral, etc. Nunca nos echamos a morir, sino que buscamos formas de llevar la palabra de Cristo y aplicarla a las diferentes situaciones de la vida.
El abogar es un aspecto en desarrollo de lo que somos, y a medida que tratamos de entender lo que significa a la luz de Juan 14. A través del Paracleto – el Espíritu Santo – nos esforzamos por ser defensores de Cristo en las vidas de las personas, entendiendo que hemos sido creados a la imagen de Dios para amar a Dios, a nosotros mismos, y a los demás. Reconocemos los malos entendimientos y los tratos crueles que a veces existen hacia las personas con discapacidad en las iglesias establecidas. Aun cuando son a veces considerados marginados en el mundo, Odyssey está comprometida a estar junto a nuestros hermanos y hermanas en Cristo durante sus luchas, sea que estén relacionadas con la iglesia, con el vecindario, con el empleo, con los hogares, u otras circunstancias de la vida.
Como ministro de la iglesia reformada Hopewell (odyssey.hrcrca.org) en Hopewell Junction, Nueva York, no sabemos lo que Dios tiene para Odyssey. Sin un pastor tiempo completo y un presupuesto más pequeño que cualquier grupo de jóvenes, sabemos que Dios usa a Odyssey para tocar no solo las vidas de personas con necesidades especiales, pero también a todos nosotros que nos encontramos con la necesidad del amor y gracia de Jesucristo. Queremos ser una iglesia de la comunidad y que da el caso que muchos de nosotros tenemos “necesidades especiales”.
Nota del editor
Dando gracias
por Mark Stephenson, director de Asuntos de Discapacidad de la ICR
Las celebraciones de acción de gracias pronto llegarán tanto en Canadá como en Estados Unidos. Este año, quiero dar gracias por las muchas bendiciones relacionadas a nuestro aniversario número 30 de Asuntos de Discapacidad de la ICR.
Compromisos: La ICR afirmó la prioridad de la inclusión de personas con discapacidad en la vida de la iglesia a través de varios compromisos por parte del Sínodo. En forma muy particular el Sínodo 1985 se comprometió a que pongamos “una atención especial a las necesidades y dones de las personas con impedimentos físicos, sensoriales, mentales y emocionales”, y el Sínodo de 1993 llamó a las iglesias reformadas en Estados Unidos y Canadá a trabajar “hacia el cumplimiento total de todas las provisiones de la Ley de Estadounidenses con Discapacidad”.
Asociación, voluntariado: Aunque Asunto de Discapacidad de la ICR tiene un director a tiempo completo y dos asistentes administrativas a medio tiempo, la mayor parte del trabajo es realizado por voluntarios. Los defensores regionales sirven en 37 classis cristianos reformados, y los defensores en las iglesias sirven a 615 congregaciones. Las iglesias e individuos se han asociado con nuestro ministerio apoyando financieramente. Nuestra asociación más significante y que va más allá de la ICR se inició hace tres años cuando comenzamos a trabajar en formalmente con el ministerio de Asuntos de Discapacidad de la Iglesia Reformada de América.
Edificios accesibles, actitudes que cambian: A medida que la información gráfica de la contratapa de la revista Banner de la edición de julio (disponible en nuestra página) lo ilustra, las iglesias han acogido, incluido y comprometido a las personas con discapacidad de muchas maneras. Por ejemplo, más de un 90 por ciento de las ICR han innovado sus edificios y los han hecho accesibles y más de la mitad ofrecen transporte a las personas con discapacidad.
Bendiciones de Dios: Cada éxito que sucede en los ministerios es por la gracia de Dios solamente. Únase a mí en alabar a Dios por lo que ha estado haciendo en la ICR y en la Iglesia Reformada de América a través de los ministerios de Asuntos para el Discapacitado. Ore para que se continúe derribando las barreras de arquitectura, comunicación y actitudes de manera que las iglesias más y más sean comunidades santas donde todos pertenecen y todos sirven.
© 2012 Disability Concerns ministries of the Christian Reformed Church in North America and the Reformed Church in America. Rompiendo Barreras se publica en forma trimestral por CRC Disability Concerns, 2850 Kalamazoo Ave. SE, Grand Rapids, MI 49560-0800, y P.O. Box 5070, STN LCD 1, Burlington, ON L7R 3Y8; y por RCA Disability Concerns, 4500 60th St. SE, Grand Rapids, MI 49512-9670. Rev. Mark Stephenson, Director of CRC Disability Concerns (888-463-0272; [email protected]), y el Rev. Terry DeYoung, Coordinator for RCA Disability Concerns (616-541-0855; [email protected]), edit Breaking Barriers together. Se otorga permiso para copiar los artículos siempre y cuando se reconozca su fuente.
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