Rompiendo Barreras - Primavera 2015
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El impacto de un grupo Amistad. En esta edición, las personas describen cómo sus iglesias han involucrado a los adultos de un grupo Amistad (o un ministerio similar con personas con discapacidad intelectual) en la vida total de sus congregaciones.
por Thomas Boogaart
Seminario Western Theological, Holland MI
(Nota del editor: En el Hogar Amistad, seis jóvenes adultos con discapacidad intelectual y desarrollo viven en una comunidad que tienen como compañeros de cuarto a seminaristas, y que están desarrollando habilidades independientes de vida, teniendo trabajo, y participando efectivamente en la comunidad más extensa. De acuerdo a Melissa Conner, la directora, los amigos de los residentes informan que han logrado grandes habilidades sociales y seguridad en sí mismos, mientras los seminaristas informan una profundidad que recién descubren de una visión teológica junto con una mayor capacidad para servir las necesidades pastorales de las congregaciones y agencias).
El presente año académico representa la primera vez una residente amiga, Amanda Kragt, que está participando completamente en una clase en el seminario, de Hebreo.
La clase de Hebreo en el Seminario Western se enseña de forma interactiva con utensilios de plástico, animales de peluche (limpios y sucios), muñecas, palos, piedras, casa de muñecas, varias comidas, etc. Los estudiantes ven, tocan y huelen las palabras. También las escuchan. Les damos órdenes en Hebreo y los estudiantes responden siguiendo la orden.
Amanda está muy entusiasmada en el aprendizaje y adora los idiomas. Con nuestro estilo interactivo, creo que podemos ayudarle. Anteriormente no había notado lo mucho que ella podía contribuir en el aprendizaje de todos, de cómo el aula llegó a ser un lugar donde los obstáculos sociales entre las personas de varias habilidades podrían temporalmente derrumbarse.
Un día en una clase estaba dando las instrucciones. Sin pensar mucho en ello, le dije en Hebreo a los estudiantes, “Párense sobre sus sillas”, y en el momento que lo dije me dí cuenta que Amanda, quién es inestable al estar de pie pudo haberse caído. Antes de hacer cualquier cosa, los estudiantes a su derecha e izquierda le tomaron la mano y le ayudaron a pararse en la silla, y después le ayudaron a bajarse.
Ese gesto me emocionó mucho. Ni los estudiantes ni Amanda pensaron mucho en esto. Lo hicieron de forma natural, instintivamente. Para mí fue un momento sagrado, una sombra de la comunidad a la que Jesús nos llama a ser, una comunidad donde las barreras que dividen a la gente con los prejuicios como resultado habían sido derribados.
Mi experiencia con Amanda en el aula me ha dejado pensando de una forma más amplia sobre los obstáculos en la educación teológica. ¿A quién le permitimos entrar? ¿Cuáles son los criterios? ¿Qué incluye un ambiente de un aprendizaje enriquecedor? La presencia de Amanda del Hogar Amistad nos desafía a reflejar de una forma más profunda lo que significa ser una comunidad como Jesús desea que sea.
Gracias a todas las personas que respondieron a las solicitudes de Rompiendo Barreras para historias sobre la forma en que personas en sus grupos de Amistad están involucradas en sus iglesias. Clara DeRonde lo resume muy bien: “Amistad no es un ministerio para personas con discapacidades. Más bien es un ministerio con ellos. Juntos aprendemos sobre la Biblia y así podemos saber y sentir el amor de Dios, crecemos en el cuidado, en la compasión y lo que significa ser miembros de la familia de Dios. Nos preocupamos unos por otros. Nos reímos juntos. Lloramos juntos. Oramos juntos. Cantamos juntos. Alguien que no puede utilizar las palabras para hablar, lo hace con sus increíbles abrazos y hermosos gestos. Sí, Dios nos ha bendecido ricamente a todos a través de las relaciones que han florecido a través de los grupos Amistad”.
Aquí algunos reflejos de las bendiciones que Dios está derramando a través de estas relaciones.
—Pamela Vallejos, ICR Racine, Racine WI
—Dan DeVries, IR First, Maurice IA
—Clara DeRonde, ICR Willmar, Willmar MN
—Molli Brunsting, ICR South Grandville, Grandville MI
—Mark Verbruggen, ICR First, Sioux Center IA
—Don Poest, IR Brunswick, Brunswick OH
—Danielle Bandstra, IR Faith, Rock Valley IA
por Carol Honderd
ICR Plymouth Heights, Grand Rapids MI
Desde hace unos 20 años, nuestra clase Amistad ha progresado desde un estudio bíblico el martes en la noche a un medio de promover la inclusión total total de las personas con discapacidad intelectual a la familia de la nuestra iglesia.
Al principio, la mayoría de los amigos venía de un grupo de hogares habían asistido o no del todo a una iglesia, a un servicio o a una conversación sobre Dios. Un comportamiento apropiado durante la oración y el estudio bíblico era algo nuevo para muchos y tuvo que ser modelado por los mentores. Durante este camino los amigos aprendieron cómo a adorar y sentir el amor de Dios y el respeto y amabilidad de los mentores. Muchos amigos fueron bautizados y otros profesaron su fe públicamente y llegaron a ser miembros en plena comunión de la iglesia.
Nuestro pastor fue un medio importante en crear un ambiente donde pueda suceder esta inclusión total. El primer paso fue cambiar el servicio de adoración anual de Amistad del domingo en la tarde al domingo en la mañana. A medida que pasaron los años los amigos tomaron roles más amplios durante el servicio. Con el tiempo, el número de amigos que asistían al servicio dominical crecía de forma estable. Nuestro pastor dejó claro que él valora a todos los adoradores sin importar su habilidad, discapacidad o capacidad intelectual. Esta actitud fue muy bien aceptada por la congregación y los amigos respondieron muy bien.
Ahora, los domingos en la mañana tenemos por lo menos 20 amigos asistiendo al servicio de adoración. Están sentados con sus mentores, o junto a otros que se han hecho amigo de ellos, en medio de la congregación. Es hermoso ver las actitudes de bienvenida y las bendiciones obvias en toda la familia de la iglesia, a medida que hemos aprendido a ver más allá de las apariencias externas y respetar cada persona como hijo de Dios.
por Tom Van Wingerden
Ministerio Amistad, Grand Rapids MI
Habiendo servido como director ejecutivo del ministerio Amistad desde junio del 2014, he sido bendecido al escuchar muchas historias de cómo Amistad ha impactado de forma significativa a individuos, familias, y a la comunidad entera de iglesias. Desde mi punto de vista global, puedo ver a Dios usando a Amistad para llevar bendición a la iglesia a través de la participación de todo el pueblo de Dios, sin importar de la habilidad o discapacidad en nuestras comunidades de fe.
Los amigos con discapacidad intelectual han sido integrados dentro de la vida pública de la iglesia, como el domingo en la mañana, el tiempo de saludo, comités de adoración, dirigiendo la liturgia dominical, la oración congregacional, sirviendo como diáconos o ancianos, en la guardería infantil, ayudando en la escuela dominical, cantando en el coro, sirviendo café, ayudando en los estacionamientos, y así, la lista puede continuar. A medida que los amigos se incorporan completamente en la vida de la iglesia, toda la congregación es enriquecida y bendecida por cada persona que comparte sus habilidades y vidas con los demás.
Dios bendice a las personas con o sin discapacidad intelectual a medida que compartimos nuestras vidas en un compañerismo significativo que incluye apoyarse en la oración, un interés genuino en las familias de los demás, en los trabajos, en las amistades, en la fe, en los gozos y preocupaciones, en todas aquellas cosas que realmente son importante para nosotros. Una y otra vez me han dicho que nuestros amigos han impactado la vida de los demás con el simple hecho de caminar al lado de ellos y demostrar una aceptación, gracia y compasión total, además de un gozo a través de las palabras y los hechos. Estas relaciones profundas son las que a menudo causan un gran impacto en las iglesias y en los individuos.
A través de los programas de Amistad, las comunidades han llegado a estar muy conscientes de los talentos y habilidades que comparten nuestros amigos con habilidades intelectuales. A través de descubrir los dones de todo el pueblo de Dios y permiténdonos no solo a servir, sino que también a ser servido, podemos vernos unos a otros como creados a Su imagen, compartiendo nuestros dones con el cuerpo completo de Cristo.
En esta edición los lectores nos dicen cómo las iglesias han integrado a los adultos del grupo Amistad en sus congregaciones. Aquí hay una breve léxico Amistad:
Grupo Amistad, club, estudio bíblico, clase: los grupos se llaman a sí mismo de diferentes formas, pero sus propósitos son los mismos: compartir el amor de Dios con personas con discapacidad intelectual y permitirles que lleguen a ser una parte activa de la familia de Dios. La mayoría de los grupos siguen este patrón: cantar en grupo, oración, lección bíblica, discusión de uno a uno sobre lecciones de la Biblia, artes manuales, y refrigerios. Las relaciones son el corazón de las reuniones de Amistad. Usando las palabras de Kathy Schreurs, una líder del grupo Amistad de Sioux Center IA, “todos nuestros amigos tienen diferentes niveles de aprendizaje e incluso si la lección es difícil para que la entiendan, aún así entienden que la persona que está al lado de ellos, su mentor, se preocupa por ellos”.
Amigos: miembros de los grupos Amistad con discapacidad intelectual y se hacen amigos de sus mentores.
Mentores: miembros de los grupos Amistad que caminan junto a los amigos y se hacen amigos de ellos. Muchos de los mentores que se han involucrado con Amistad para ayudar a los amigos, después de participar dicen que han recibido mucho más de lo que dan.—Mark Stephenso
General Planning Resources, Disability Concerns
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